jueves, 7 de octubre de 2010

Leyenda...

Este es el último relato que he terminado. Bianca me pidió que escribiese un relato con dos elementos; un lobo y un dragón.
Esto fue lo que salió

Gracias

Wolf









El frío muerde mi piel, siento silbar el viento a mi alrededor y la nieve se arremolina delante de mí dificultando mi visión, llevo mucho tiempo caminando, la herida en mi costado me impide correr, sé que me persiguen, aún puedo oler su apestosa presencia, tengo que seguir caminando, a pesar de lo agotado que me encuentro, no puedo permitirme un descanso, es una carrera entre mis perseguidores y la tempestad, para ver cual de ellos acaba antes conmigo.




Está empezando a anochecer, tengo que encontrar un lugar donde refugiarme cuando arriba oscurezca y llegue mi amada para recibir mi canto... Desde siempre, cada noche la he llamado con tristeza, siempre está allí arriba, más nunca viene a mi encuentro, estoy enamorado de su fría luz, de la magia con la que baña el mundo bajo su manto, la más bella de todas, siempre cambiante en una especie de ritual que se repite desde que tengo recuerdos, en ocasiones desaparece y mi alma se estremece sólo de pensar que no volveré a verla jamás, pero siempre regresa para acunarme en su palidez...

Cada paso que doy, es una prueba de voluntad para mí, la luz se desvanece demasiado rápido y mi aliento se condensa con cada exhalación que logro emitir, siento empapada la zona de la herida y huelo mi propia sangre, un aroma dulzón y metálico que en otro momento habría despertado un instinto primario en mi, el instinto de la caza, siempre alerta para poder sobrevivir, recuerdo con alegría la sensación de correr por el valle, la emoción de la cacería, la fuerza innata en mi imponiéndose sobre mi presa, el triunfo y la expectativa del primer bocado, y la sensación de placer que produce saborear la carne caliente y beber la sangre revitalizante... Sangre que ahora mismo estoy perdiendo poco a poco.

Me persiguieron, incansables durante demasiado tiempo, trajeron perros que podían seguir mi rastro, siguiendo unos instintos atrofiados que apenas podían entender debido a su estúpida alianza con los humanos, malditos... Me acorralaron, venían con fuego y con objetos de dolor, enloquecí mientras escapaba, pude oír a mi familia agonizando, siendo cazados uno a uno por esos humanos vengativos, torturados y asesinados sin motivación alguna más que el exterminio indiscriminado de la manada...

Hubo un tiempo en el que no conocía el miedo, luchaba con mis hermanos para ver quien era el más fuerte dentro del grupo, nos preparábamos para la vida que nos tocaba vivir, mejorando nuestras habilidades para la caza, aprendimos a coordinarnos para lograr nuestros objetivos, nos preparamos, en definitiva, para vivir, hasta que ellos aparecieron y ahora, soy el último de mi clan, y la vida se me escapa lentamente, acabarán mis días como cazador en solitario, por primera vez no tengo a los míos junto a mí, nunca imaginé que moriría sólo, al menos, intentaré despedirme de mi amada por última vez...

Doy un paso más, se me nubla la visión, cada vez me cuesta más respirar, caigo al suelo, siento el calor de la sangre en mi herida, y el agotamiento de mi cuerpo...

¡Ah! ¡Descansar! Eso estaría muy bien... Olvidar el frío, la soledad, la nostalgia, el miedo, el dolor... Sólo hay una cosa que no quiero olvidar, quiero volver a verla una vez más, una última vez, en esta ocasión no podré cantarla, pero el silencio en ocasiones también resulta hermoso, su silencio en la oscuridad de la noche es lo más bonito que jamás he oído, esta noche, nuestra última noche, compartiremos juntos ese silencio...
Nuestro silencio...

Puedo escuchar pasos, el hedor a humano se intensifica, junto a él también noto el amargo aroma de varios perros, perros estúpidos, esclavos de una raza que les trata a patadas, vendidos sin honor, son capaces de lamerles la mano y mover el rabo con tal de atraer la atención de sus crueles amos, que les utilizan para sus propios fines...

Y ahora les están guiando hacia mí...

Alzo mis cansados ojos hacia la oscuridad del cielo, busco su luz, pero no está, siento la desesperación apoderarse de mi corazón, tantos años persiguiendo un amor inalcanzable... No podré llevarme su luz conmigo... Una solitaria lágrima de tristeza asoma en mis ojos, morir sin la luz de mi amada Luna...

Se acercan, escucho sus voces, sigo buscando en el cielo, no puedo entender su ausencia, un gruñido nace desde mi garganta, reúno las pocas fuerzas que me quedan para encararme a mis enemigos, mi corazón ya no está en este lugar, mi último pensamiento está con ella, esté donde esté, puedo morir tranquilo...

Es un grupo pequeño, vienen con fuego sobre sus dos patas, cubiertos por las pieles de mi familia, los perros atados con correas, babean saboreando el aroma de mi sangre, pongo en tensión mi cuerpo, preparándome para vender cara mi vida.

Escucho un sonido acompasado detrás de mi, como el latir de un corazón gigantesco, los cazadores se quedan paralizados, su olor ha cambiado, el matiz amargo del odio ha dado paso al ácido del miedo, han dejado de respirar, alguno está temblando, muestro mis colmillos a mis perseguidores, noto el pelo erizándose en mi espalda, un profundo rugido sale desde mis entrañas, el olor del miedo me pone en guardia, me siento superior a mis enemigos, ahora mismo ellos no son nadie, tienen miedo y voy a...

Una sombra pasa rápida sobre mi, instintivamente me pego al suelo, tiene un olor que nunca antes había sentido, una figura reptiliana con grandes alas se abalanza sobre mis enemigos, sus blancas escamas reflejan la luz de las llamas como si fuese cuarzo blanco, agarra a dos de ellos con sus poderosas patas delanteras y transforma en puré sus cuerpos contra la ladera de la montaña, los perros huyen en desbandada, aterrados por esta criatura, la cola castiga a los cazadores, y acaba con la vida de los dos últimos hombres con una ráfaga helada de su aliento...

Posa su majestuosa figura en el suelo, mirándome fijamente, puedo ver el destello azul de sus ojos, su cuerpo emite una fría luz, una luz que me recuerda...

Mi cuerpo ya no puede sostenerme, caigo en la oscuridad, agotado, feliz por haber visto por última vez esa luz...

Siento como mi cuerpo se eleva, apenas siento el dolor, ni el frío, ni el aire, sólo una indescriptible fragancia, dulce, suave y delicada, que me envuelve y me lleva hacia algún lugar más allá de todo...

Más allá del mundo de dolor en el que he vivido...


Siento calor, un calor agradable, no tengo dolor en mi cuerpo, poco a poco intento abrir los ojos, un rayo de luz rasga la oscuridad, y voy siendo consciente del lugar donde me encuentro.

Lo primero que aprecio son los nuevos aromas, romero, flor de jazmín y rosales, también percibo el olor de la lluvia sobre la tierra.

El cielo sobre mi es más real que nunca, con tonalidades que van desde los colores rosados más suaves que haya podido percibir en la vida a los azules oscuros más intensos que la profundidad del océano, vívidos turquesas y suaves tonalidades amarillas se mezclan allá arriba en un marco de inigualable belleza, pequeñas formaciones de nubes filtran la luz de los soles.

Ante mí y a mi alrededor, un valle, rodeado de escarpadas montañas, todo un tapiz de verde y colores de bellas flores, moradas, blancas, rojas, amarillas y azules, meciéndose por la brisa, que sopla suave en el lugar, bañado por la dorada luz de los soles, una luz que no resultaba en absoluto molesta, no dañaba mis ojos, ni me obliga a entrecerrar mis párpados

Todo se percibe con una gran intensidad en este nuevo mundo, todo es más real y a la vez más fantástico que en aquel lugar del que procedo, cascadas interminables, arco iris de diversas formas, aves desconocidas para mi de brillante plumaje, con voces diversas y claras cantaban a este eterno amanecer, melodías desconocidas que sólo hablan de felicidad...

- Algunas leyendas olvidadas tiempo ha por los hombres contaban como habitaban entre ellos seres mágicos...

Se acerca a mi lentamente, mientras habla, tiene forma humana, pero no huele como tal, su largo cabello es blanco como la nieve pura, y su piel brilla tenuemente con la luz que lo baña todo, se acerca caminando con gracia, casi danzando sobre la hierba, una túnica envuelve su perfecta figura de mujer, me contempla con unos ojos azules de dulce mirada y sus finos labios sonríen.

- Entes protectores que cuidaban de aquellos que tenían un corazón bueno, seres a los que los hombres dieron la espalda... - Su mirada se entristece por un instante- Primero, se aprovecharon de nuestra bondad, utilizándonos para sus propios fines, después nos persiguieron, y, por último, nos olvidaron...

Se sitúa frente a mi, sonríe de nuevo, la primera sonrisa que veo en una humana, a pesar de que esta criatura no parece serlo, es demasiado perfecta como para ser de esa especie...

- Los supervivientes de esos días viven escondidos a la vista de los humanos, resentidos todavía con su raza, y preocupados por lo que se están convirtiendo y lo que están haciendo con su mundo y aquellos que lo comparten con ellos...

Alarga su grácil mano, por un momento temo que me golpeé con ella, pero, en lugar de ello, lo que hace es acariciarme con suavidad mi pelaje... Es una sensación muy placentera, me recuerda a cuando era apenas un cachorro y tenía a los míos junto a mi, aquella época de felicidad en la que no temía ningún daño, en la que ningún ser me había herido, una época en la que la cautela todavía no se instaló en mi corazón, una época tan lejana en mi vida, que apenas la tenía presente, hasta que esta criatura me tendió su mano, sin saber como, su caricia me ha hecho feliz...

- Como yo, tu eres el último de tu especie, no quedan lobos en la tierra, el hombre se ha encargado de ello, como pasó con los míos, os han perseguido hasta el exterminio...

Su voz suena triste, como si recordase tiempos mejores, saber que soy el último me entristece, pero mi tristeza queda eclipsada por la presencia de este ser que de algún modo me ha salvado, sin saber el motivo, quisiera poder hablar para preguntárselo.

- Hubo un tiempo en el que los míos vagábamos libres por su mundo, dominábamos la magia, y contábamos con el respeto de todos los seres de la tierra, fuimos los protectores enviados por los dioses para mantener el equilibrio, cuando el ser humano apareció en la tierra como la creación perfecta de un joven Dios ambicioso, nos pareció frágil y desprotegido, fue creado a imagen y semejanza de su dios, un dios sin nombre y sin escrúpulos, que dedicó su tiempo a poner a prueba a su creación, sin ningún tipo de remordimientos, los utilizó en su guerra particular con los otros dioses hasta que logró su cometido y con el tiempo fue descuidando a su creación, perdió interés en su criatura y decidió dejarlos a su suerte, sin preocuparse lo más mínimo por su destino y el destino de las otras criaturas a las que había dejado huérfanas al exterminar a sus hermanos...

Decidimos ayudarles frente a la ira de su dios, les guiamos, les enseñamos la magia y la creación, les enseñamos el secreto del fuego y la construcción, les explicamos como utilizar su entorno para crecer... Pero estuvimos ciegos, por un momento olvidamos que esos seres resultaron tan ambiciosos y traicioneros como su creador...

Una vez aprendieron de nuestra especie todo lo que ellos creían que necesitaban saber, se revelaron contra nosotros, los dragones fuimos perseguidos, entraron en nuestras guaridas, nos exterminaron uno a uno, hasta que tuve que decidir exiliarme a este lugar, a la antigua morada de los dioses originales, al único legado que queda de mis padres, el único lugar donde puedo estar segura, el lugar donde él no puede presentarse...

Se levanta y con sus brazos abiertos señala en un ademán el lejano horizonte, donde nuevos colores se mezclan y nacen de los sueños.

- En este lugar todavía vive la magia creada por ellos, en este lugar todo lo que desees puede ser posible, gracias a la magia de este sitio, he podido acudir casi cada noche a escucharte, no podía hacerlo cada noche, pues siempre sentía que él podía aparecer para acabar lo que empezó, hoy he tenido el presentimiento de que algo malo podía ocurrirte, he arriesgado mucho para poder salvarte, ahora estamos a salvo, esta es la tierra de las leyendas, los sueños y los recuerdos... – Suspira... - Eres libre de decidir lo que deseas hacer, en este lugar, si te concentras lo suficiente, puedes lograr lo que te propongas, yo ahora tengo que descansar, notarás que el tiempo en este lugar fluye de un modo totalmente distinto al de... Tu anterior vida...

Una luz muy brillante mana de sus ojos, primero azul y después de un blanco puro, la sombra detrás de ella crece al tiempo que cambia de forma, unas majestuosas alas blancas crecen en su espalda al tiempo que su piel se llena de escamas brillantes como diamantes pulidos, está recuperando su forma original, una majestuosa forma de dragón, un bello dragón blanco, orgulloso y fuerte como la montaña, una figura aterradoramente bella, de su anterior forma sólo conserva esos ojos azules como el horizonte de mi anterior vida, una mirada dulce que contrasta con el poder que emana de ella.

Me concentro con todas mis fuerzas, no puedo permitir que se marche, no todavía, ahora mismo siento envidia por la facilidad de palabra del ser humano, deseo de corazón poder hablar, intento hacerlo más me resulta imposible, ahora mismo lo daría todo por ser como ellos, por poder cambiar de forma a voluntad, por poder ser humano...

Noto como mi cuerpo empieza a cambiar, siento crujir mis huesos y el pelaje que cubre mi piel cae sobre la hierba como un manto que se lleva el viento, me retuerzo de dolor mientras mi cuerpo se adapta a mis deseos, mis garras se convierten en manos, y mis músculos cambian, pronto mi voz también se transforma y un grito de dolor muy humano sale de ella...

Estoy sudando y temblando, desnudo en mi nuevo cuerpo, alzo la vista a la dragona que me mira con tristeza, sonrío y poco a poco me levanto sobre mis pies, siento como mi pelo se mece con la brisa, y me esfuerzo en hacer salir las palabras de mi interior...

- Gra... Gracias... Gracias por... Salvarme... Gracias por haber venido a buscarme... – Mi corazón da un salto al recordar sus palabras, por un momento siento como se detiene, y luego vuelve a latir con mucha fuerza... - Gracias por escucharme cada noche...

La dragona agacha la cabeza y una lágrima se desprende de sus ojos, un pequeño diamante que refleja la luz de los soles rompiéndola en un espectro de colores diferentes.

- ¿Porqué esa lágrima? – Le pregunto al tiempo que recojo la joya del suelo con intención de guardarla para siempre junto a mí

- No deberías haber tomado forma humana, pues ahora serás capaz de sentir como uno de ellos, serás capaz de sentir el anhelo, la tristeza, la locura y... El amor...

- Pero... Yo... – ¿Qué es esta sensación? Me siento capaz de todo, me siento fuerte como un roble y al mismo tiempo vulnerable como un cachorro...

- El amor puede ser el sentimiento más bello que tienen los humanos, pero, a la vez, resulta el más doloroso, es capaz de volverles completamente locos de dolor, hasta el punto de perder toda su esencia, en su anhelo por vivir, son capaces de embarcarse en una batalla perdida por sentir el amor, el pilar de su existencia caótica, el único asidero que tienen, en ocasiones firme y resistente como el acero con el que se matan entre ellos, y en otras, una fantasía voluble que puede llevarles a la muerte...

Pienso en sus palabras, no puedo creer que este sentimiento pueda ser tan horrible, de todos modos, ya es demasiado tarde, correré el riesgo, la he llamado cada noche durante mi anterior vida contemplando cada noche su luz y escuchando su silencio...

- Te equivocas... El amor, no es un sentimiento sólo humano...
- Pero si el dolor que siempre le acompaña... – Su mirada demuestra que ella siente ese dolor, y siento el deseo de que el mismo desaparezca, una criatura como ella no debería jamás sufrir de ese modo...

Hay una leyenda olvidada, esa leyenda habla sobre el último lobo, un lobo que se enamoró de un sueño, un sueño que persiguió hasta el último momento, esa leyenda cuenta como hizo guardia cada noche, esperando a su amada, deseando ser bañado por su luz, yo sólo recuerdo algunos fragmentos de esa leyenda, no sé si finalmente ese lobo vio cumplido su sueño o si se perdió en un simple recuerdo...

Ahora es momento de descansar, hacer guardia por si en la oscuridad de la noche cae una lágrima de diamante del cielo, pues tampoco sé si la dragona de la leyenda se pudo recuperar de su dolor... ¡Ah! Cosas de la edad supongo... De haber sido ese lobo, creo que yo también habría seguido mi sueño, pues, aunque amar duela, no se debe perder la fe en las viejas historias, siempre se puede sacar algo de ellas, podemos aprender a ser mejores personas e inspirarnos... Pues... Toda leyenda tiene algo de cierto... Y toda fantasía se puede convertir en realidad si lo deseamos lo suficiente...

Aunque... Cuidado con lo que deseamos...



Dedicado a mi dragona blanca...

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